El gran aprendizaje que nos dejó la CICIG

Formada en 2007 y respaldada por las Naciones Unidas (ONU), el trabajo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) se centró en investigar y erradicar la corrupción y la impunidad a nivel de élite.

Después de 12 años, el mandato de una comisión internacional anticorrupción ampliamente anunciada llegó a su fin en Guatemala, pero en su ausencia, quedan serias dudas sobre hacia dónde irá la campaña anticorrupción del país a partir de ahora.

Trabajando junto con la Oficina del Fiscal General, los fiscales se dirigieron a más de 1500 personas, de las cuales 660 fueron procesadas con éxito por delitos de alto nivel, según el informe final de la comisión. Esto incluyó el arresto del expresidente Otto Pérez Molina y su entonces vicepresidenta, Roxana Baldetti, acusados ​​de encabezar una vasta red de fraude aduanero, entre otros casos destacados.

A continuación, analizamos lo que se puede esperar ahora que el presidente electo Alejandro Giammattei está al frene del país.

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Penetración del crimen organizado en las altas esferas del poder

La CICIG demostró cómo el crimen organizado ha penetrado los más altos niveles de poder en Guatemala, desde la propia presidencia hasta el liderazgo empresarial.

Durante la primera mitad de su mandato, incluyendo las gestiones de los Comisionados Carlos Castresana y Franciso D’Allannese, la CICIG apoyó a la Fiscalía General de la Nación local en investigaciones que sirvieron para desmantelar importantes grupos narcotraficantes, pequeñas redes de corrupción que operaban al margen de la política poder y juzgar a los militares en el exilio acusados ​​de crímenes de guerra.

Con la llegada del fiscal colombiano Iván Velásquez en 2013 al frente de la CICIG, la comisión se dedicó a investigar a fondo las vastas redes de corrupción en las que participaban los políticos más poderosos del país con la complicidad de los mayores conglomerados económicos.

El gran aprendizaje que nos dejó la CICIG

Investigación a fondo

La investigación que comenzó a mostrar toda la profundidad de la penetración del crimen organizado en el Estado fue el llamado caso “La Línea”.

Esta fue una investigación de corrupción multidimensional sobre una red de defraudación aduanera que involucró al presidente Pérez Molina y sus aliados más cercanos.

Desde ese momento, la Unidad Anti-impunidad de la Fiscalía Especializada Contra la Impunidad (FECI), creada para trabajar con la CICIG, abrió una decena de indagatorias.

Estos archivos develaron redes de espionaje y esquemas de corrupción que incluían a grandes empresas.

En esta etapa, la CICIG también emprendió acciones para descubrir el financiamiento ilícito de campañas de partidos políticos vinculados a poderosos empresarios y grupos del crimen organizado. Nada de eso había sucedido antes.

Investigaciones contra Pérez Molina

En 2015, las investigaciones contra Pérez Molina generaron manifestaciones masivas de apoyo a la lucha anticorrupción en Guatemala, que incluyeron a grandes empresas privadas.

No obstante, el fervor disminuyó cuando los empresarios comenzaron a ser objeto de investigaciones conjuntas entre la comisión y los fiscales locales.

En una entrevista el año pasado, Velásquez dijo que estos casos mostraban que los grupos criminales en Guatemala habían logrado “una cooptación total del Estado”.

Esta es la primera parte de este información relevante del país. Si quieres saber más, también te puede interesar esto: ¿Qué nos dejó la CICIG en Guatemala?