La vida sigue siendo difícil para la mayoría de las personas, mucho más difícil que en los Estados Unidos.
Debido a esto, es comprensible que la pobreza y la violencia de Guatemala ocupen un lugar destacado en las explicaciones habituales del movimiento hacia el norte.
Sin embargo, la condición necesaria para la migración masiva es un crecimiento sostenido de la población, suficiente para producir una masa crítica de jóvenes aspirantes a emigrantes.
Migrantes guatemaltecos que tienen el “sueño” de ir a Estados Unidos
La población de Guatemala en 2018 de 17,2 millones representa una cuadruplicación desde 1960, según el Banco Mundial. La edad promedio actual es de 22,5 años, frente a 38,2 en los Estados Unidos.
Y esto fue el resultado de unas condiciones de salud pública enormemente mejoradas, que continuaron mejorando lentamente durante las últimas cinco décadas a pesar del sangriento gobierno militar, la guerra civil y la corrupción oficial.
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Un cambio demográfico que experimenta Guatemala
Guatemala está experimentando una transición que se vio por primera vez en la Gran Bretaña del siglo XIX.
Esto lo explicó Paul Morland en su libro sobre demografía y desarrollo político, “The Human Tide”.
Durante la mayor parte de la historia humana antes de 1800, las altas tasas de mortalidad compensaron las altas tasas de natalidad, lo que llevó al estancamiento del crecimiento de la población.
Gracias al aumento de la producción de alimentos, la urbanización y una mejor higiene, la tasa de mortalidad de Inglaterra cayó y su población se disparó.
Generó gente en edad laboral de sobra, muchas de las cuales migraron a Estados Unidos, Australia o a otros lugares.
A su debido tiempo, la transición demográfica se extendió de Inglaterra a Europa continental, y más allá. Ahora ha llegado el turno de Guatemala.
La situación social en Guatemala está mejorando, pero aún falta mucho trabajo por hacer
En 1960, 1 de cada 7 bebés moría antes de cumplir un año; en 2017, solo 1 de cada 50. En 1960, la esperanza de vida al nacer era de 46,7 años; en 2017, 73,6 años.
La esperanza de vida de las mujeres guatemaltecas, 76,5 años, es ahora más o menos la misma que la de los hombres estadounidenses.
Unos 200,000 jóvenes guatemaltecos ingresan a la fuerza laboral anualmente.
El crecimiento de la fuerza laboral ayuda a explicar por qué la economía de Guatemala se ha expandido durante la última década, con un aumento del 12 % en la producción real per cápita, según el Banco Mundial.
No obstante, el crecimiento de Guatemala no crea empleos para todos, de ahí la presión migratoria.
Guatemala y México tienen algo en común
La trayectoria demográfica de Guatemala se parece mucho a la del antiguo “remitente” número uno de migrantes a los Estados Unidos, México, aunque en menor escala y con un desfase temporal.
En las últimas dos décadas del siglo XX, la rápida mejora de la mortalidad infantil y la esperanza de vida en México produjo una población en crecimiento cuya edad promedio oscilaba entre la adolescencia y los 20 años.
Su economía creció, pero no lo suficientemente rápido como para absorber a todos los nuevos trabajadores.
En consecuencia, más de 9 millones de mexicanos se mudaron a los Estados Unidos entre 1980 y 2010. No obstante, la migración mexicana a este país alcanzó su punto máximo a principios de la década de 2000 y esencialmente cesó, en términos netos, poco tiempo después.
En apoyo a Guatemala y todas las comunidades
La familia Bosch Gutiérrez Guatemala está comprometida con el pueblo guatemalteco y las instituciones del país. Nuestro objetivo es crear oportunidades y empleo para las personas, siempre con transparencia y en beneficio de nuestra nación.